Desaparecido entre el 15 y el 20 de noviembre de 1976 a los 19 años.
Nació un 8 de agosto de 1957. En fechas próximas a su
desaparición, Salvador de 19 años, tenía
dos hermanos, vivía en casa de sus
padres con Hugo, su hermano menor, en la
calle Dr. Victoriano E. Montes al 2300,
Barrio Bernardino Rivadavia, antiguo
Barrio Matadero, donde todos lo conocían
por “El Negro”.
Finalizó sus estudios secundarios egresando del Colegio Nacional Mariano Moreno, ubicado en Mitre y Alberti de la ciudad de Mar del Plata, en 1975, cursó los últimos años en el turno noche, para compaginar sus estudios con el trabajo, pues había comenzado a trabajar en la industria de la carne, en el Frigorífico San Telmo de Mar del Plata, sito al final de la Av. Constitución (al 10.000). Un trabajo duro y sacrificado, para cualquier operario, y más aún para un joven que estaba estudiando. A principios de 1976 comienza a cursar en la Facultad de Humanidades.
Elegido Delegado de la Sección de Achuras, su militancia de aquella época se centraba en las necesidades y problemas de los trabajadores del Frigorífico, era Delegado, junto a un compañero fallecido en 2011, Carlos Alberto Foresi, al que apodaban “Chango” quien por su activismo también sufrió persecución, siendo secuestrado y liberado en tres ocasiones, la primera en septiembre de 1976, por las mismas fechas en el 77 y por último en febrero del 78.
En 1976 la plantilla del Frigorífico San Telmo superaba los
700 trabajadores. El 2 de febrero de ese
año, un pelotón compuesto por 50
soldados al mando de dos oficiales
pertenecientes a la dotación del “Gada
601” realizó un procedimiento de asalto
en la planta del establecimiento. En
esos momentos existía una “Comisión
Interna” representando a un sector del
personal del Frigorífico, en huelga por
mejoras salariales, huelga desautorizada
por la conducción de la delegación local
del “Sindicato de la Carne”, dirigido
por el gremialista Nelson Rizzo, hombre
enrolado en la derecha Peronista, cuya
postura era afín a la patronal. El
resultado del operativo fue la detención
de todos los miembros de la Comisión que
figuraban en una “lista negra”, listas
muy comunes entonces, confeccionadas en
coordinación por empresarios y
burocracia sindical.
Hay que mencionar que Salvador no fue detenido en ese
operativo, si bien estuvo en una lista
negra del Frigorífico, dato aportado por
Mario V. (conocido como Lalo), compañero de trabajo y vecino
del barrio.
Un tío de Lalo, cercano la dirección del
Sindicato de la Carne, tuvo conocimiento
de las actividades que desarrollaba su
sobrino en defensa de los trabajadores,
al ver su nombre en una lista negra,
citando a su sobrino le informó de la
situación, mostrándole la lista, donde
también figuraba Salvador; su tío
consiguió que se borrase el nombre de
Lalo, pero posteriormente cuando lo
intentó con Salvador, las listas ya estabn en
poder de los militares.
El 12 de febrero los detenidos fueron puestos en libertad,
por decisión judicial favorable, pese a
ello la empresa los despidió a todos.
Era la primera huelga que soportaba el
frigorífico, uno de los establecimientos
más grandes y modernos de la ciudad en
aquella época.
A pocos días de estos
hechos, el 14 de febrero, personas
armadas que se identificaron como
miembros de la Policía Provincial
secuestran de su domicilio a Roberto
Alejandro Wilson, militante del Partido
Comunista. El joven empleado, miembro de
la Comisión Interna del Frigorífico,
permanece desaparecido.
La misma suerte corrió
Daniel Ángel Román Suárez
electricista y también empleado del
Frigorífico San Telmo, secuestrado en el
marco de un gran operativo llevado
adelante en Mar del Plata por las
Fuerzas Armadas el sábado 19 de junio.
A mediodía de ese día había sido allanado el domicilio del
matrimonio García Neiman en Victoriano
Montes, 2377 (enfrente de la casa de
Salvador), llevándose al hijo de ambos,
Alberto García, de 19 años, a media
tarde, miembros del operativo retornan
con él, quedándose a la espera del
regreso de su hermana, otra ex
integrante del G.E.A., sobre las 19:30
cuando Gladis regresa a su hogar, es
secuestrada. En el mismo operativo, y
alcanzando con ella el número de ocho
personas detenidas - desaparecidas, es
secuestrada de su domicilio, la hermana
de Daniel Román,
Nora Ester Román Suárez de Guerrero,
que había integrado el Grupo de
Estudiantes Antiimperialistas hasta
1973, (el grupo G.E.A. participó en las
movilizaciones que desembocaron en el
Marplatazo en 1972).
Los restos de Gladis Noemí García, junto
a otros secuestrados en este operativo,
aparecieron en 1992 en un cementerio de
Avellaneda siendo identificados en 2005.
(Fuente de la
nota: Angel J. Somma y Carlos A. Bozzi).
Alrededor
de enero febrero del 76 y hasta fines
setiembre se producen secuestros
prolongados, con posterior liberación de
los miembros de la JSA y del PST de los
sectores Secundario, Universitario y
Sindical - Obrero.
A mediados de octubre de 1976 como parte de un plan de
limpieza ideológica de las Escuelas
Secundarias, orquestado por la Marina, (Memorando
8499 - IFI nº 21 “EsyC” /76)
comienza una ola de secuestros de
miembros activos de la J.S.A., en los
primeros días de noviembre la cacería se
extiende al sector Sindical - Obrero.
Había comenzado un proceso de
desaparición sin liberación en la
inmensa mayoría de los casos.
Ante esta ola de secuestros Salvador
decide abandonar Mar del Plata.
El lunes 15 de noviembre se despide de su familia teniendo
como destino la ciudad de Buenos Aires.
Su hermano Hugo, que nunca perdió la esperanza de volverlo a
ver con vida, refiere que:
- Salvador tenía planificado
dirigirse a Buenos Aires, donde habría
quedado con su novia, que también
abandonaba la ciudad.
- Su padre cuando no tiene noticias
de su paradero se dirige al Frigorífico
para saber si había pasado por allí.
- A poco de su ausencia, el padre de
Salvador, ante la falta de novedades de
su hijo, se presentó ante la comisaría
4ta. (calle Chile esquina Alberti),
donde no le tomaron la denuncia de
desaparición.
- Al tiempo les manifiesta a sus
hijos que Salvador había estado en casa
de un tío en Buenos Aires un par de
días, (existe declaración de un primo
confirmando su presencia) y se había
marchado.
- En su momento en dos ocasiones
aparecieron en el zaguán común de la
vivienda que ocupaba su familia en Mar
del Plata, notas escritas burdamente,
donde supuestamente Salvador decía que
estaba bien y que volvería pronto. Su
hermano Hugo piensa que las escribió su
padre para tranquilizar a la familia.
- Tiempo después, sus padres
recurrieron a la publicación de una
solicitada en la prensa local y una nota
en la Televisión del mismo ámbito, en
las cuales se mostró la foto de
Salvador.
- Salvador, a partir del momento en
que abandona su hogar, nunca más
contacta con su familia, ni por teléfono
(si acaso el de un vecino), ni por
carta, ni de ninguna otra manera.
- Al dejado voluntariamente su hogar
y no haber constancia de su secuestro,
no fue admitida la denuncia por su
desaparición.
- Tiempo después de ocurrido el hecho
a relatar, y sabiéndolo desaparecido, un
amigo de la infancia, que estaba
haciendo el Servicio Militar en Córdoba,
dijo haber visto a Salvador, en fechas
previas al mundial, en la Estación de
Micros de esa ciudad; no hubo contacto
ni comunicación alguna, ya que según
afirmó su Micro salía de la estación
cuando de pasada vio a Salvador
esperando en otro andén. Esta nota se
publica pese a todas las reservas
relativas a un posible error de
identificación. En noviembre de 2015 en
documento escrito y fimado por Carlos
S., el mismo niega haberlo visto.
Se
podría especular que en su momento, los
padres de Salvador con la esperanza de
que apareciese vivo, quisieron manter la
ilusión en sus otros 2 hijos, ya sea con
las notas en el zaguán o convenciendo a
Carlos S. para que contase esa historia.
- Caída la dictadura y con la llegada
de las libertades, sus padres no se
movilizaron para saber de su paradero,
tampoco interpusieron ningún tipo de
denuncia sobre su desaparición, ni
prestaron declaración ante la CONADEP.
Salvador Sliba actualmente está
considerado oficialmente como
desaparecido. Imagen del Registro
Nacional de Electores.
Lo expuesto lleva a presuponer como una entre tantas otras
probabilidades, que posiblemente sus
padres fueran consientes del secuestro
de su hijo, y dado que el matrimonio
Sliba tenían otros dos hijos, en un
régimen de terror como el implantado
entonces por la Junta Militar, optaron
por el silencio a fin de proteger a la
familia, con la vana esperanza de que
Salvador algún día fuese liberado.
De estas situaciones hay algunos testimonios en distintos
perfiles de esta página, ver:
Rodolfo González,
Donaldo Molina,
Julio Cesar
Burgos.
Nota de la Página.
Lógica de la dinámica represiva:
Su desaparición en medio de la ola de secuestros de nuestros
compañeros (secundarios, universitarios
y obreros), que se llevaba a cabo por
parte de integrantes de la Fuerza de
Tareas Nº 6*, nos lleva a pensar que de
alguna manera estaba controlado en su
puesto de trabajo, (dada su actividad
militante), con la colaboración de la
burocracia sindical, y el visto bueno de
la patronal.
Como parte de la persecución política, cuando el Servicio de
Inteligencia corrobora que ha dejado la
ciudad, lo catalogan como un militante
comprometido y deciden localizarlo. Este
modo de actuar fue la tónica contra los
Militantes que escaparon de Mar del
Plata, es así como en febrero y marzo
del 77 desaparecieron cuatro Militantes
afincados en Buenos Aires y La Plata.
A partir de mayo de 1977 la desaparición de militantes
Marplatenses cesó, (hasta enero de 1979,
con la desaparición del
grupo del Puerto Marplatense y Sanidad);
no obstante, los que recuperaron la
libertad o fueron apremiados, estuvieron
controlados a través de detenciones,
interrogatorios en sus domicilios, etc.,
es el caso del Chango Foresi mencionado
anteriormente, y otros que han
testificado en los diversos
juicios.
*De los juicios Base Naval I, Base Naval
II, en documento Elevación a Juicio Base
Naval III.