Secuestrado desaparecido el 28 de octubre de 1976 a los 23 años de edad.
Nació el 16 de julio de 1953 a las 15.30 hs en el Hospital del Pueblo, de Rosario de la Frontera, Provincia de Salta. Trasladándose con su madre a Mar del Plata, ciudad donde vivió junto a ella y su hermana menor, Miriam, hasta acabar el servicio militar.
Cursó sus estudios secundarios en el Industrial, en esa época E.N.E.T. Nº 1, de la calle 14 de Julio y Gascón, llegando hasta 3º de la rama de Electromecánica. Es uno de los Ex-Estudiantes del "Industrial" desaparecido. LINK a Desaparecidos del "Industrial"
En el año 1975 hizo el servicio militar obligatorio en el cuerpo de Granaderos a Caballo.
“Javier” (como
siempre lo conocimos, y como le gustaba
que lo llamáramos) fue detenido -
desaparecido a
tempranas horas de la mañana (entre las
7 y las 8:30 aproximadamente), del 28 de
octubre de 1976, en la calle San Luis
entre Rivadavia y San Martín, frente a
la entrada de la galería donde estaban
los cines Roxy y Radio City,
fue secuestrado
junto a Gustavo
Eduardo Stati y su
compañera de muchos años Elena
Alicia Ferreiro; este operativo fue
presenciado por Gladis Garmendía, desde
el interior de un Ford Falcon, llevada
hasta ese lugar con oscuros propositos.
Javier fue visto en el C.C.D. de la
Base Naval de Mar del Plata, testimonios
contenidos en los liks de esta página lo
corroboran.
Como en otros casos documentados, los mismos captores de la vida de nuestros compañeros, aprovechando la desesperación de la familia, se acercaron ofreciendo datos y noticias, a cambio de dinero o bienes. Proporcionando falsas informaciones sobre el paradero y estado de salud de los secuestrados. Blanca, su madre, fue víctima de este accionar, para ellos no era suficiente saquear las pertenencias de los secuestrados, torturarlos hasta el desmayo o muerte, hacerlos desaparecer físicamente negándoles a sus familiares sus restos, fueron por más, por el dinero que pudieran obtener de sus madres, padres, hermanos y o parejas. Rapiñando como sanguijuelas hasta la última gota de esperanza, vaciando a las familias de cuanto pudieron............
Dentro de la actuación Esquinas con Memoria, una de las esquinas del cruce de Alberti y 14 de Julio (lateral del Industrial) lleva su nombre.
El compañero Adalberto, detenido y
liberado entre los días 21 y 22 de
octubre de 1976 narra las últimas horas
en libertad de Javier, Gustavo y Elena.
Paty (la flaquita) y Yo compartíamos un
departamento en la calle Almirante
Brown, cercano al nuevo edificio de
Tribunales Marplatenses.
No recuerdo si por cuestiones económicas
u organizatibas, la última vez que vi a
Elena fue el lunes 25 o el martes 26 de
octubre, teníamos una cita en la esquina
de Arenales y Alberti, hoy miro el mapa
y las fotos y me cuesta reconocer el
lugar. El encuentro sería sobre las 16 /
17 hs........- ella permanecía como
esperando el colectivo -….. cuando me
acercaba, Elena se arrima al cordón de
la vereda, como mirando si venía el
colectivo y me dice…” seguí, no pares,
me están siguiendo…”.
Reaccioné rápidamente pasando de largo,
di una vuelta muy grande por la zona,
yendo hacia la Torre de Agua, cerca de
donde encontré a un conocido “de un
trabajo de verano” y sus amigos, con los
cuales estuve conversando un rato,
aflojando mis miedos, posteriormente y
cerciorándome que no me seguían volví a
mi casa.
Un par de días después, la tarde del 27
estabamos reunidos en el departamento
antes citado, Mimí, Patricia Gaitán,
Paty, Javier y Gustavo.
Se había tomado la decisión de avisar a
los simpatizantes del acoso y las
detenciones clandestinas efectuadas por
las fuerzas de seguridad, para que
procurasen no frecuentar sus lugares
habituales hasta que se calmase la
situación.
Sobre las 16 hs. Patricia sale para
acudir a una cita con
Rodolfo González
(Fito del Correo), de la cual
tendría que de regresar en algo así como
1 hora.
Al poco rato de la salida de Paty, Mimí
deja el departamento para dedicase a
contactar con parte de los cuadros
militantes.
Transcurrido un lapso de tiempo más que
suficiente sin tener noticias de
Patricia Gaitán, decidimos abandonar la
vivienda de dos en dos, saliendo
primeramente Javier y Gustavo, y más
tarde Paty y Yo. Acordamos con ellos una
cita para la mañana del día siguiente
temprano sobre las 8 o 8:30 de la mañana
en la esquina de Corrientes y Alberti.
El 27 de octubre por la tarde Patricia
Gaitán y Rodolfo González (Fito), fueron
detenidos, en el lugar donde estaba
concertada la cita, desapareciendo ambos
para siempre,
testimonios contenidos en LINK
documentan su presencia en el CCD Base
Naval Mar del Plata.
La mañana del 28 de octubre, por esas
paradojas de la vida Javier, es detenido
junto a Elena y Gustavo, en una cita en
los cines de la calle San Luis entre San
Martín y Rivadavia. Digo paradojas,
Elena y Javier juntos…. tanto amor y
cariño y una detención - desaparición
presenciada por Gladis (que había sido
novia de tanto de Javier como de
Gustavo). Gladis había abandonado la
militancia a mediados de junio de 1976,
detenida el 19 de octubre (junto con su
hermana) y liberadas el 20.
Dada la dinámica de los Grupos de
Tareas, los movimientos de Gladis fueron
seguramente controlados, quiso la
casualidad que coincidiese con Javier,
un día entre el 22 y el 25 de octubre,
en una Galería Comercial Marplatense,
momento en el cual, y presionada por su
acompañante, después su marido, solo
pudo referirle que había sido detenida y
liberada. Gladis fue nuevamente
detenida- secuestrada el 26 de octubre y
llevada hasta esa cita en horas
tempranas de la mañana del 28, por si la
necesitaban de carnada, o para hacerles
creer que ella los delató, o vaya a
saber que oscuro propósito.
Este método de involucrar a los
detenidos era una táctica habitual,
empleada para minar la moral de los
secuestrados.
LINK a
declaración de Gladis.
Gladis sufriendo una vida entera, por lo
ocurrido aquella mañana, por lo vivido
en sus dos detenciones y los 33 días que
permaneció secuestrada. Sin poder
contarle a Sara, la hermana de Elena, o
a Blanca y Tati (madre y hermana de
Javier), o a los padres de Gustavo, que
ella había presenciado la detención, que
los habían llevado junto con ella a la
Base Naval, por esa culpa infundada de
estar viva.
No hay duda de que la masa golpista del
76, se componía de una parte importante
de la casta militar argentina y una
numerosa trama civil, que posteriormente
obtendría beneficios de la situación
creada por la Dictadura.
Como una consecuencia lógica de la
represión, el futuro de miles de
secuestrados - desaparecidos fue
cercenado; además de desbastar una
generación de argentinos y a sus
familias.
A mediados de 1981 el gobierno
atravesaba una grave crisis económica.
En junio, los principales partidos
políticos habían creado una
“Multipartidaria”, desde la óptica de
que el gobierno militar estaba agotado y
era necesario el retorno de la
democracia.
La Junta Militar, necesitada de un nuevo
impulso para tener algo con que
mantenerse en el poder unos años más, se
planteó una nueva guerra, pero esta vez
se suponía que de verdad, contra el
imperialismo inglés; y volvieron a
realizar lo que mejor sabían hacer,
causar sufrimiento, torturar a nuestros
soldados, estaquearlos; pero esta vez
iba en serio y acabaron rindiéndose ante
el enemigo; con las excepciones de
valor, coraje y sacrificio de los
soldados argentinos, obligados a dar su
vida en una guerra que tenía por objeto
perpetuar la dictadura.
Recuerdos de Susana Stremiz.
José Alberto Martínez, "Javier" para quienes lo conocimos, militando o en el ámbito del Industrial, era a su vez "Tati", para Blanca, su mamá y para su hermana Mirian, entre 8 o 9 años más joven.
Cosas de la vida... me encuentro iniciando una semblanza y algunos recuerdos sobre él, a menos de un mes del fallecimiento de su mamá, ocurrido el 23 de agosto de 2021. Blanca vivió hasta los 86 años y siempre tuvo presente a su "Tati", dolor inconmensurable de madre.
¡Cuán orgullosa estaba de ese hijo!
¡Con que amor lo miraba!
¡Con que amor lo admiraba!
Y cuánto dinero entregó, en reiteradas citas con los miembros de las Fuerzas Armadas, sus secuestradores, a cambio de falsas informaciones, prometiéndole su liberación, la bolsa a cambio de la vida, así, durante años.... Miriam, la sostuvo desde el secuestro y desaparición de Javier, y le dio una nieta, Abril, la sobrina que "Tati" no llegó a conocer, pero, que según dice, "es igual a él".
Al ver viejas fotos recuerdo que supimos comer algún asadito en la casa de Blanca, en la calle Chaco; ahí se lo ve a Javier preparando el fuego... Y en otra foto, Blanca y Miriam.
Cuando conocí a "Javier", en 1973, tenía el pelo largo y lacio, le llegaba bien por abajo de los hombros, un pelo negro, brillante y hermoso, peinado con la raya al medio, al estilo libro abierto. Salteño de nacimiento, su piel cetrina, morena, fina, su imagen en ese momento, la de un esbelto indio de nuestro norte argentino. En esa época, andaba casi siempre con un poncho marrón clarito, que alternaba en su uso, con Elena Alicia Ferreiro, su compañera, de la cual siempre estuvo enamorado. El cruel destino quiso, que junto con Gustavo los secuestraran a ambos (Elena y Javier) esa mañana del 28 de octubre de 1976 y juntos fueran llevados a la Base Naval de Mar del Plata.
Hasta hoy, no sabemos más nada de ellos.
No sabemos........
Digo hasta hoy, porque muchos seguimos esperando saber ¿Qué pasó? ¿Cómo pasó? ¿Cuándo pasó? ¿Dónde están? Todo, todo queremos y necesitamos saber.
Pasaron los años, en nada casi 50, y seguramente para muchos que lean esto, es un montón de años, ¡una vida! .... algo de otros tiempos. Pero para quienes lo conocimos, aún hoy vemos esa maravillosa sonrisa amplia, esa dentadura perfecta, esos labios voluminosos. ¡El brillo en esos ojos y la picardía en su mirada! ¡La chispa de sus comentarios!
Era inteligente nuestro Javier. Sabía escuchar, sabía pensar, sabía opinar. Tenía la capacidad de la pausa, el arte de la paciencia. Sabía mostrar el afecto que sentía por los demás. ¡Nos quería y lo queremos tanto! Quizás esa calma, esa perseverancia que supo mantener a lo largo de los años, la haya ganado acarreando un dolor íntimo, desgarrador. Llevaba el apellido materno, nunca conoció a su padre. Y por eso, siempre fue y se sintió diferente al resto, había un vacío en su vida, un hueco, y a veces, dejaba que aflorara esa tristeza, sólo en su entorno más cercano.
Que compinches eran él y "Nacho" Carlos Alberto Moreno (detenido desaparecido desde 25 de marzo de 1977). Compañeros del Industrial como habían sido, cuando aún no militaban, ya andaban en las calles del centro de Mar del Plata, cuando la CNU (Concentración Nacional Universitaria) ingresó violentamente el 06 de diciembre de 1971 a la Facultad de Arquitectura, (25 de Mayo y San Luis, hoy Rectorado de la Universidad Nacional de Mar del Plata), y asesinó a la estudiante Silvia Ana Filler. Participaban de las manifestaciones de repudio al accionar criminal de la derecha marplatense, y de ahí a su radicalización y a su ingreso al Partido Socialista de los Trabajadores hubo sólo un paso. Fueron grandes amigos, Nacho siempre lo hacía reír mucho... En realidad, Nacho nos hacía reír a todos.
También tenía una entrañable amistad con Angel (Angel Alberto Prado, detenido desaparecido el 3 de enero de 1979), y compartieron con sus respectivas parejas, un par de años un departamento en un 7° Piso, a la calle, en Santiago del Estero 1557.
Desde el balcón había una linda vista, la habrá todavía. Recuerdo que de ahí veíamos el Correo Central de Mar del Plata. Y sonaba en el tocadiscos de manera interminable, la voz de Serrat, en el Long-play "Mediterráneo".
Ángel también había cursado en la misma época en el Colegio Industrial, así que con Nacho y Javier, tenía muchas cosas en común, y muchas veces nos juntábamos los seis, con Norma Huder de Prado (detenida desaparecida el 13 de octubre de 1976) y Elena Ferreiro, (detenida desaparecida el 28 de octubre de 1976) y eran momentos memorables de charla, de risas, de discusión política, de diversión, de cantos, de escuchar a Los Olimareños, Quilapayún, cantar las canciones que entonaban los revolucionarios en la Guerra Civil Española, o las que hablaban del "Che" Guevara, o "Rock Nacional" y Serrat.... De comer lo que hubiese, y terminábamos felices, de madrugada.
Los domingos nos levantábamos temprano, íbamos al local de calle Rioja a buscar los periódicos y al resto de compañeros/as, y nos tomábamos todos juntos el colectivo que nos llevaba para el Puerto, íbamos a "piquetear" el periódico... Usábamos esa palabra, para definir lo que era ir casa por casa, golpeando las manos, llamando a quienes también ya estaban levantados desde temprano, para hablar con los trabajadores y ofrecerles nuestro periódico, el Avanzada Socialista. "Agarrábamos" lo que hoy es la Diagonal Gascón, ahora una avenida asfaltada, que en aquellos años era una ancha calle de tierra, con una alameda de pastizal en el medio, el barro no faltaba y andábamos a la par, por las dos veredas, saltando los zanjones característicos para que corra el agua de las lluvias. Las casitas humildes, los perros mansos, las largas cuerdas de ropa lavada de toda la familia, secándose al sol, apenas si un ligustro de plantas bajas o algún alambrado viejo, de no más de 50 centímetros de alto, o unas maderas clavadas en pequeños postes, nos separaban de los vecinos, no existían las rejas ni paredones de hoy en día. Tal que el acercamiento con ellos, que nos abrían las puertas de sus casitas, era amigable y franco. En esos años 70, la clase trabajadora estaba muy politizada, y se prestaban fácilmente a la charla, nos dedicaban unos minutos para la conversación con gusto, aunque no coincidieran con nuestra posición política, y por interés o por gauchada, nos compraban nuestro Avanzada.
Tarea cumplida, nos volvíamos pasado el mediodía, hasta el próximo domingo...... En esas piqueteadas, Javier nunca faltaba.
Cuando le tocó el servicio militar, que cumplió entre 1974/75, en Granaderos, con el rango de Dragoneante, tuvo que cortarse el pelo... Por eso se lo ve en esas fotos, de pelo corto... La foto en colores de su perfil, es del 20 de marzo de 1975, en el casamiento de "Nacho" y en las otras dos se lo ve de cuerpo entero, junto a Elena Alicia Ferreiro, entre abril/mayo del 1975.
Seguramente Javier tenía también sus defectos... Se me hace difícil encontrárselos. Muy posiblemente sea porque en la juventud, afloran más los sentimientos de afecto, solidaridad, alegría y camaradería y en general, nosotros nos llevábamos bien o muy bien, compartíamos lo que teníamos y no había situaciones conflictivas o de discusión, más allá de las políticas. Por eso recordamos a Javier y al resto de nuestras compañeras y compañeros, de una forma entrañable. Y durante estos años, muchas veces trayéndolos a la memoria, se me vienen, las palabras exactas para declarar nuestros sentimientos, que escribió Miguel Hernández y que también Serrat nos cantaba en esos años en el departamento de la calle Santiago del Estero...
27 de septiembre de 2021.