Secuestrado el 8 de enero de 1979, a los 39 años de edad, "permanece desaparecido".
Legajo Conadep: 6852
Nació en Corrientes el 17 de julio de
1939.
De joven se
traslada a Santa Fe donde trabaja en
labores relacionadas con la recolección
y el tratamiento del Algodón y la Caña
de Azúcar. Allí conoce a su mujer Nati
(Natividad Gómez), con quién tiene dos
hijos.
Llega a Mar
del Plata en 1962, los comienzos fueron
duros, uno de sus primeros trabajos fue
el de vendedor de helados.
Nati, Julio y sus hijos se establecieron en el Barrio Cerrito Sur, zona
del puerto.
Al tiempo Julio Mártires comenzó a
trabajar en labores del ámbito
portuario, como filetero en fábricas
como Fadeco, Grilli, Pescamar, Dipesa y otras.
Militante histórico del PST, desde los tiempos del PRT La Verdad, anterior a 1973, delegado gremial y dirigente de la Agrupación Clasista del Pescado (ASIP).
Candidato a concejal en Mar del Plata por el P.S.T. en las elecciones de 1973.
Delegado de planta en las empresas GRILLI y PESCAMAR, integró junto a otros compañeros una lista opositora a la burocracia sindical de aquellos años. Candidato Secretario General en las elecciones del SIOP por la Lista Verde y la Gránate.
Era
un delegado natural donde iba a laburar
por changas. Le saltaba la garra de
luchador incansable, evaluaba,
reflexionaba y media todos los pasos que
se íban a dar.
Tan
reconocido y respetado por sus
compañeros de trabajo, como odiado por
la burocracia sindical, a la que
consecuentemente denunció y se enfrentó.
Fueron frecuentes las veces que tuvo que dejar el barrio, su hogar, para refugiarse con su familia en casa de otros compañeros, hasta que la situación se calmase y se corriera la voz en las fábricas, de que Julio Manza estaba amenazado. En aquellas situaciones se ajustaron con gran humildad a lo que les podían ofrecer; Nati junto con sus hijos, siempre lo acompañaron, en esta sacrificada vida y lucha, consciente de la gran importancia del trabajo sindical y solidario de su marido.
Durante años,
las paredes del puerto de Mar del Plata,
mostraron las dos caras de esta lucha,
por un lado las pintadas “Por
la Garantía Horaria” y por el otro, las
de la patronal y el S.O.I.P. (Sindicato
Obrero de la Industria del Pescado, a
cuyo frente estaba Abdul Saravia), con
las amenazas a Julio Manza.
Su activismo
sindical le hace blanco del ataque de
una patota en agosto del 73, dentro del
conflicto de los trabajadores de
GALEOTE, uno de cuyos episodios fue la
toma de la Fábrica, lo que lo
lleva a abandonar Mar del Plata por un
tiempo, regresando posteriormente.
Ante un nuevo conflicto en el sector sufre el allanamiento en su domicilio sito en calle José Marti nº 723, por parte de personal perteneciente a la delegación local de la Policía Federal. En esta ocasión logró eludir a las fuerzas de seguridad, refugiándose en domicilios de compañeros. Este hecho ha quedado documentado en un recurso de Hábeas Corpus en noviembre de 1974, en favor de Julio Martire Manza, en dicha oportunidad el abogado Abraham Aiziczon solicitó el cese de la vigilancia alrededor del domicilio de Manza entendiendo dicha actividad como una restricción de su libertad.
Fue un gran
compañero, dirigente natural de los
obreros del puerto de Mar del Plata,
encabezando las reivindicaciones de
aumento salarial; destacando sobre todo,
en la histórica lucha de ese sector por
conseguir “la garantía horaria”, (que se
les garantizara un jornal diario de 6 hs
de trabajo, haya o no haya pescado).
La tenacidad de su lucha,
y el apoyo que Julio logró lo
convirtieron en miembro de la comisión
paritaria que lograría arrancar a la
patronal el Convenio Colectivo de
Trabajadores del Fileteado 161/75 del 19
de Junio de 1975, donde se reconoció la
jornada laboral de 8 horas y la garantía
salarial horaria.
A fines de 1976, ante la ola de secuestros que estaban sufriendo los miembros del Partido abandonó la ciudad.
Acabado el mundial regresó a Mar del Plata, donde fue rápidamente detectado por los Servicios Navales de Inteligencia, los cuales no iban a permitir la más mínima organización del movimiento obrero en un sector en el cual sus mandos tenían intereses económicos. Al momento de su secuestro trabajaba en el Puerto de Mar del Plata, como filetero en la fábrica de DISPESA, donde era delegado de personal.
Relata su esposa ante la Conadep: “El domingo 7 de enero de 1979, van a cenar a la casa de un cuñado donde se quedan a dormir. Julio, al día siguiente al regresar a su casa en la calle Bestoso 2949, a las 5.30 de la madrugada para ir a trabajar, se la encuentra desvalijada, va a la fábrica a comunicar lo sucedido y luego al sindicato del pescado. A las 13 hs. se encuentra con su familia en la casa del cuñado. Se pone de acuerdo con su esposa para volver a encontrarse en la calle Edison y Vértiz a las 18 hs. para hacer unos trámites, previamente él iba a avisarles a unos amigos lo sucedido, a pesar de esperarlo hasta las 22 hs. aproximadamente, no apareció más.
Después de recorrer casas de familiares y de amigos en su busca, se entera que al llegar al domicilio de Juan y Luis Rodolfo, compañeros del trabajo, en Rondeau y Guanahaní, unos individuos fuertemente armados allanaron la vivienda; los tres son llevados con rumbo desconocido. Se comprueba su presencia en el lugar por haber dejado un pullover y por declaraciones de una vecina, a la vez dueña de casa".
Juan y Luis Rodolfo fueron sometidos a interrogatorios bajo tortura, y liberados a los pocos días.
Entre los días 3 al 8 de enero de 1979 fueron secuestrados 9 de nuestros compañeros: además de Julio Mártire Manza; secuestran a Ángel Alberto Prado, Norma Alicia Schipani de Sasso, Antonio Mario Sasso, Mario Germán Rodríguez, Ana María Rómoli, Palmira Sciuca de Ruiz, Donaldo David Molina y Juan Antonio Rodríguez.
El secuestro, desaparición y asesinato de estos compañeros, fue parte del pulso que mantenían las distintas fuerzas dentro del Gobierno Militar. Tuvo repercusión internacional debido a la actividad de los Organismos de Defensa de los Derechos Humanos, se dio el caso de que por entonces también fueron secuestrados compañeros militantes del PST en al ciudad de Rosario, estos últimos al poco fueron puestos a disposición del P.E.N. Existen documentos descalificados de la Embajada de los EEUU, donde se mencionan estos hechos.
SU RECUERDO DA NOMBRE A UNA ESCUELA.
Vídeo al acto: https://youtu.be/Na1zAHKm7WQ
Corto documental que refleja vida, lucha y legado del filetero y militante Julio Mártires Manza (1939-1979). Creado por docentes y estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 33 "Julio Mártires Manza" de la ciudad de Mar del Plata, Argentina.
https://www.youtube.com/channel/UC6yfM6uJQRBgs5XgyY8p2cw
Vídeo del primer aniversario de la reinauguración: https://youtu.be/XhAhIQVGufM
El 17 de julio de 2019, se reinaugura la Escuela de Educación Secundaria ESS Nº33, de la calle Benito Lynch 4959 en el Barrio de Cerrito Sur, bajo el nombre de Julio Mártire Manza, como homenaje a su memoria.
Se transcriben unas palabras de la directora de la EMES 204:
"Esta mañana con
los abanderados de mi escuela, la EMES
204, participamos como escuela del
barrio -al igual que la EES 47- del acto
de imposición del nombre y
reinauguración de la EES 33, que a
partir de hoy, se llama Julio Mártires
Manza, obrero portuario desaparecido en
la última dictadura cívico militar.
Un acto super
emotivo, con la presencia de los
integrantes de
Memoria Portuaria,
compañeros de Julio, de sus familiares,
del Colectivo Faro de la Memoria y de Ningún Hundimiento Más.
El corte de
cinta, el descubrimiento de la placa, el
izado de la bandera en el patio, el acto
protocolar y el enorme trabajo previo
para lograr llevar este nombre tan
emblemático en el barrio, fueron
momentos muy emocionantes.
También lo
fue ver las ventanas nuevas en la
escuela, que estaba calefaccionada...
otra lucha enorme que llevó adelante la
comunidad para poder enseñar y aprender
en condiciones dignas. Tanto para hacer,
y seguir haciendo como lo marcó Claudia
la directora, que hoy no podía parar de
llorar. Y cómo la entendimos con Pity,
la directora de la EES 47.
Los que
trabajamos con los nadies, los
invisibles, sabemos de luchas
compartidas y de cómo explota el corazón
cuando se logra concretar un derecho, un
sueño. En eso reside la fuerza, en
saberse juntos, asombrados, curiosos y
rebeldes frente a la injusticia,
haciendo que no todo sea lo mismo".
Su mujer, Nati e hija.