Carlos José Guillermo Berdini Pereda, militante Marplatense secuestrado desaparecido en 1976.

 

                Secuestrado el 29 de octubre de 1976 a los 25 años de edad, "permanece desaparecido".
                Legajo Conadep: 6912

Nació el 30 de marzo de 1951, a las 18.50, en Monte Grande, Provincia de Buenos Aires.

Vivió junto a su familia en la localidad de Cañuelas, Provincia de Buenos Aires, trasladándose en su juventud, con toda la familia a la ciudad de Mar del Plata, donde residían en calle Tucumán 2844.

 

Al momento de su secuestro “Guillermote” tenía 25 años y se había casado hacia un mes y vivía en la calle Necochea 4556. Trabajaba en sociedad con su padre, como plomero y electricista.

 

Guillermo fue secuestrado en dos oportunidades, con diferencia de días. En días siguientes de ser liberado del secuestro del 3 de noviembre, Guillermo acudió al domicilio de la familia Montolio, al objeto de avisar de lo sucedido a Adrían Sergio López, (marido de Marilú, yerno de la familia Montolio, secuestrado desaparecido el 8 de noviembre de 1976). No cabe duda de que las labores de seguimiento a eran sometidos los militantes, fueron claves para el posterior secuestro de otros miembros del PST.

 

Relata su mamá en la Conadep: “El 29 de octubre de 1976, mi hijo Guillermo fue llevado como detenido por "fuerzas de seguridad" de la Marina (así lo expresaron), aduciendo la existencia de una denuncia en su contra, esto sucedió en mi antiguo domicilio de Tucumán 2844 de la ciudad de Mar del Plata.

El día 3 de noviembre del mismo año, mi hijo Guillermo, es regresado a mi casa, también por las fuerzas de la Marina. Uno de los integrantes del grupo que trae a mi hijo, me explica que él ya ha sido investigado y se retiran todos inmediatamente.

El día 8 de noviembre del mismo año, mi hijo Guillermo, sale a trabajar con su padre en coche. Se detienen en el Automóvil Club Argentino de Av. Colón entre Santiago del Estero y Santa Fe, y en ese momento se cruza un automóvil delante de ellos. Bajan dos hombres que mostrando credenciales dicen pertenecer a fuerzas de seguridad y que deben llevar detenido a nuestro hijo. Así lo hacen, todo se desarrolló de manera pacífica, sin ostentación de armas, fue en presencia de su padre y de personas que estaban el lugar".

 

En otra declaración de los padres de Guillermo, amplían y declaran lo siguiente: “Mi hijo fue llevado, por primera vez, el 29 de octubre de 1976 por fuerzas de la Marina y devuelto del 3 de noviembre del mismo año. El día 8 de ese mes, fue llevado de la vía pública por personas de civil, mostrándole a mi marido, su padre, credenciales de Policía. Este procedimiento se llevó a cabo de esta manera porque vivimos al lado de la Policía de Infantería. Esta misma Policía, vecinos de muchos años, nos informó que devolvieron a nuestro hijo para que ellos no se vieran involucrados ya que eran testigos. Por esa razón días después lo detuvieron en la vía pública. El padre, testigo de la detención, podría identificar a los secuestradores o practicar un identikit de los mismos”.

 

El 16 de noviembre de 1976, se presentó el primer recurso de Hábeas Corpus, dando lugar a la causa 585 “Recurso de hábeas corpus a favor de Carlos José Guillermo Berdini”

La mamá de Guillermo dirigió una carta el 20 de noviembre de 1976 a la Base Naval, que fue respondida en papel membrete de la Armada Argentina, no se reconoce la firma y dice lo siguiente: “Informo a Ud. que efectivamente su hijo Carlos José Guillermo Berdini, fue detenido por personal perteneciente a esta Base Naval, permaneciendo en esa situación desde el día 30 de octubre hasta el 3 de noviembre, siendo posteriormente liberado, razón por la cual en la actualidad desconozco su paradero, como así también las causas o motivos que puedan dar lugar a su detención o desaparición”.

 

De acuerdo a algunas conversaciones mantenidas con su madre, el primer secuestro de Guillermo el 29 de octubre se produjo alrededor de las 14 hs. y el segundo, el día 8 de noviembre en horas de la mañana.

 

Su mujer Julia Elena Giacaglia declara en los Juicios por la Verdad de Mar del Plata, audiencia del 3 de septiembre de 2001, lo siguiente:

 

Paso a relatar desaparición de mi marido. Mi marido Carlos José Guillermo Berdini fue detenido el 29 de octubre de 1976, cuando estaba llegando al domicilio de sus padres en Tucumán 2844. Enfrente de la vivienda de mis suegros existía una dependencia de la Policía de Infantería, con un garaje anexo  donde se veía movimiento constante de militares y falcon verdes. A Guillermo lo detiene el personal de Infantería un tal (........) y estaba como jefe (.............), lo retienen dentro de las oficinas, le retienen los documentos, llaman a la Marina para que lo venga a buscar. A la media hora llegó una camioneta verde de doble cabina con gente vestida de fajina, bombachas y borseguies, armados, y uno vestido con el uniforme de la Marina. Como mi suegro, mi suegra y yo estábamos afuera, nos dicen que es por averiguación de antecedentes. Recuerdo sus ojos y haberle dicho "te espero" e intenté darle fuerzas. Miré cuando se iba, vi un movimiento como que le colocaron una capucha y lo tiraron al piso de la camioneta, que dobló en la esquina.

Mi suegro y mi suegra preguntaban todos los días al Jefe de Infantería, el respondía "que si no tenía nada, pronto lo iban a soltar".

Lo soltaron creo el 3 de noviembre de 1976, lo trajeron a casa de sus padres, nos abrazamos, uno de los militares me dijo, hoy creo que cínicamente, "vió señora que se lo íbamos a devolver”.

Luego, unos días confusos, Guillermo estaba muy asustado, me decía que le dolían los pies, posiblemente por la inmovilidad en que lo tuvieron, no me relató todo, pero me dijo que había música todo el tiempo, que era un lugar cerca del mar, que escuchaba gritos de hombres y mujeres, que escuchó cuando violaban a una de ellas, y que había gente muy lastimada. No sé si lo torturaron a él, supongo que si, pero en un momento entró en una crisis, me decía que no podía respirar, ni podía hablar, yo lo subí al 4L que teníamos y lo llevaba para el Regional, pero paré en la Clínica Central. Lo vio un Doctor, me dijo luego que no lo podía sostener en la camilla de lo alterado que estaba. Nos fuimos y mi marido me relató que le parecía que en ese momento de crisis, había hablado con el médico.

Era creo el 8 de noviembre del 76, cuando decidimos que nos íbamos de viaje a una parte de Neuquén, yo había hecho las valijas, nos quedamos a dormir en casa de mis padres esa noche, pues Guillermo además de no sentirse bien, no quería volver al departamento que alquilábamos en la calle Necochea 4256. Se levantó temprano para tramitar el seguro del auto para viajar y en la calle Santa Fe y Brown, (él estaba acompañado de su padre), lo interceptó un falcon verde, con 4 individuos armados, lo hicieron bajar de su auto, no mostraron orden judicial a pesar del requerimiento del padre, le dijeron al padre "quedáte tranquilo viejo, no hagas nada, es solamente un interrogatorio", dijeron ser de la Policía y se lo llevaron. A partir de allí se encuentra desaparecido. El padre de Guillermo, me dijo luego que estaban de civil, pero tenían borseguies, que le pusieron una 45, que en esa época era el arma reglamentaria, en la cabeza y lo hicieron bajar del auto, el papá corrió atrás del Falcon y cayó desmayado, mi suegro sufría de fatiga, lo atendieron los empleados del Automóvil Club. Mientras tanto yo volví a nuestro departamento, no quería preocupar mas a mis padres de lo que estaban. En los días siguientes, siempre tenía detrás mío un Citroen color naranja, creo que pertenecía o que estaba al servicio de la Brigada de Investigaciones. En esa época aproximadamente un mes después, cuando volvía de la facultad, encuentro que hay gente que esta saliendo de mi departamento, los vi armados. No recuerdo si me preguntaron si vivía allí y les dije que venía a buscar una prima, subí las escaleras, mi departamento estaba en planta baja y en silencio permanecí hasta que se fueron. Luego de un rato bajé, me paró una vecina y me dijo que hacia rato que estaban haciendo ruido, que gritaban, tenían armas, eran Militares o Policías pues decían ser de las Fuerzas de Seguridad. Estaba la puerta rota, todo revuelto, era un allanamiento. No se fijaron en los libros que tenía, que estaban en la biblioteca, creo que lo que buscaban era dinero, pues se llevaron mi libreta de matrimonio, con el dinero que teníamos dentro.

 

Como en otros casos recogidos en esta página en el Link a las declaraciones, podemos ver la dinámica de saqueo, chantaje emocional y extorsión que, los miembros de la Fuerzas de Seguridad y sus cómplices, sometían a sus víctimas y familiares.